Por estos días, los asesores legales de ambas empresas deben estar bastante atareados. Y no es para menos! Enfrentan una demanda de casi 100M de dólares, por realizar pruebas cosméticas en animales.
Si bien ambas empresas habían cesado en estas prácticas hace mas de dos décadas atrás en Inglaterra, lo cierto es que han comenzado a vender sus productos en China, donde este tipo de pruebas están permitidas.
Desde EEUU, 5 valientes mujeres han iniciado, de la mano de su abogado Michael Avenatti, una demanda contra las firmas, reclamando dicho importe en concepto de daños. Según Avenatti "Sus clientas se han visto engañadas cuando desde los sitios web de ambas empresas se señaló que no se realizaban pruebas sobre animales y como consecuencia de ello, adquirieron sus productos. Nada forza a estas compañías a vender sus productos en China, y si lo hacen, es porque tienen poco respeto por las practicas inhumanas", afirmó.
La respuesta desde las empresas no se hizo esperar. Avon prometió persuadir al país asiático para que no acepte más ese tipo de prácticas. Estée Lauder, por su parte, ironicamente afirmó que no realizan pruebas sobre animales, salvo en aquellos países en que las mismas son requeridas por ley.
De llegar a prosperar, la acción promete ser un valioso antecedente a nivel global contra las cosméticas.
Legal o no, hay algo que es indiscutible: estas prácticas no pueden ni deben tolerase más.