por Isabel Robertson Lavalle
Periodista
y docente especializada en Comunicación de Moda
Enrique
IV de Inglaterra firmó una ley que limitaba el uso de encajes. Fue
en reacción a la desmesura de su antecesor, Enrique III que llegó a ponerse
encima 130 metros de fino encaje de oro puro en un solo traje, con lo que eso
significaba para las arcas del Estado.
2012: En la actualidad, la Alta Costura francesa, a través de la Fédération Française de la Couture, estipula con fuerza de ley
quiénes pueden ostentar el título de couturier o anteponer a
su firma la palabra Maison. Esto es porque Haute Couture es una marca legalmente protegida, que el Ministerio de la Industria
francés adjudica sólo a aquellas compañías que cumplen con los requisitos que
la Federación especifica desde 1868, cuando París tomó conciencia de su lugar
como capital mundial de la moda y decidió hacer algo para proteger su potencial
económico.
Pero indumentaria
y derecho no siempre se unieron por interés pecuniario. Modestia,
decoro y recato fueron motivo de leyes con más de 3000 años de antigüedad,
recopiladas en libros como la Biblia, el Corán y otros textos
jurídico-religiosos.
Hasta el día de
hoy esas leyes rigen para judíos, musulmanes y algunos grupos cristianos. Para
algunas sectas del judaísmo el maquillaje en las mujeres está prohibido, lo
mismo que los colores llamativos, como el rojo o el amarillo. Para
los mahometanos tanto hombres como mujeres deben tener siempre cubiertas sus piernas. Los
cuáqueros directamente no quieren nada con la moda, que consideran parte del
lenguaje corrupto del mundo, aunque reconocen que, por separado, las telas, los
colores y la ropa son en sí mismos ‘legales’.
Continuará...
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